viernes, 5 de junio de 2009

LA ALACENA GIGANTE


Mi pareja se llama Julio Gomez, y tiene un estómago a prueba de bombas para la comida en mal estado, en realidad, casi sólo puede comer comida en ese estado, dice que le viene de herencia. En casa tenemos una habitación solamente reservada para despensa, lo extraño es; que en ella guardamos, sobre todo, productos caducados. Un día, se comió un pescado recién sacado del mar y casi se muere el pobrecito, su cuerpo tardó mucho en recuperarse de esa ingesta.
Las pocas veces que comemos fuera de casa, sólo pide aquello que vayan a tirar por ser peligroso de tragar por todos los demás, siempre ocasiona un gran impacto, pero yo, con el tiempo, me he acostumbrado. He intentado adaptarme a sus fechas, he tratado que mi cuerpo asimile otros olores y sabores, pero después de varios ensayos y varias enfermedades críticas, hemos optado por buscar otras alternativas. De momento, casi siempre, como fuera, y últimamente tampoco duermo en casa, y es que desde la última indisposición, me pongo malísima cada vez que le veo comer, lo peor, es que a él le pasa lo mismo, de hecho, ahora sólo tenemos contacto telefónico por qué debido a eso que llaman “efecto de asociación” nos producimos urticaria.

No sé como acabará todo esto, pero que le voy hacer si en mi casa nunca tuvimos despensa.

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