miércoles, 24 de abril de 2013

GESTOS INVOLUNTARIOS


La mosca revuela por encima de un hocico, Se contonea con sus alitas de esquina a esquina,
De cristal a cristal, Hay lenguas cabalgadas por colmillos, Persiguiéndola
Sisea    
                Sisea
Y airea reducidos entornos, Hay rabos que se agitan en el suelo, Excitados por el devenir de su
Minúsculo  cuerpecito, Descansa contra la pared, Pero su vuelo es involuntario
Un gesto automático, Que la conduce al suelo, Bajo una garra obstinada

jueves, 7 de marzo de 2013

Sin descanso, sin retorno


                                                                                   


¿Es su mirada un gesto impúdico?

Se pregunta la serpiente

Devorando el vientre de Eva

¡Tu perímetro pervierte las mentes!

Mientras las lenguas rojas lamen tu obsceno ser

Que les provoca

Sin descanso

¿Eres tú un gesto impúdico?

Se preguntan las sombras de los hombres afilados

Que escudriñan con lascivas sienes “nuestras” protuberancias

De mujeres suntuosas,

Y tú

¿Eres solemne, como lo son mis nudillos?,

Grita el grito de la oquedad

Que vuela ya por encima de los perfiles

Sin descanso

Sin retorno

lunes, 19 de noviembre de 2012

La Poesía está de oferta en el super

Parece que en la sección de verduras, están poniendo el Bird on The Wire de Leonard Cohen, y en el suavizante hay un poema de Dylan Thomas, el carnicero emite un quejido en su sonrisa a lo Chavela Vargas, y la cajera me recita la compra con voz de Sylvia Plath. La poesía existe, y está de oferta en el supermercado.

jueves, 31 de marzo de 2011

SALVADOR@S SOCIALES




Entré dando una patada a aquella puerta, que cerraba a cal y canto todo el miedo y el dolor almacenado en años de existencia. Vi el cartelito de; NO ENTRAR, SALA PRIVADA, y me dio igual, somos demasiado cívic@s, a veces.
Me dio igual por que pude observarlo en el cristalino de tus ojos, ojos hechos de tiempo hostil, dureza de mirada, rellena de blanda angustia. De esas que tienes que prestar más atención a lo que no te dicen para poder entender algo.
De esas a las que preferimos obviar, por ser demasiado evidente su incongruencia.
Se me cayeron las manos y el corazón al suelo, no soportaron seguir pegados al cuerpo. Todo allí era Diógenes de horror, angustias, insultos y puños.
Pero es muy difícil caminar en lugares así, cuesta hasta respirar, piensas que ya está; ¡he venido a salvarte¡ venga agárrate de mi mano, que ahora vamos a volar…
Pero nadie se agarra a ti, nadie quiere volar, y no has salvado a nadie, sólo has dado una patada en la puerta.

Ahora viene lo peor, y es tu decisión de continuar cuando las voluntades son la autodestrucción, seguramente mires para otro lado, y te engañes pensando que nada ya podías hacer….y es verdad, nada de lo que tú creías se podía hacer.

Seguiremos pues pensando que la salvación pasa por alto las propias voluntades, seguiremos creyendo ser salvador@s, cuando en realidad sólo nos salvamos a nosotr@s mism@s de la angustia que nos provoca proyectarnos en l@s otr@s.

Qué difícil es escuchar, observar y sentir realmente a los demás, sin que eso pase por nuestros propios miedos.

Qué difícil es abandonar los miedos

miércoles, 30 de marzo de 2011

IMAGEN DE UNA MAÑANA PERPÉTUA Y FÉLIZ


La figura de todas
las cosas
se dibuja perfecta
e instantánea
no falta
nada
ni un milímetro
de esta piel
traslúcida
cubriéndolo todo
el aire se respira
sin querer oxidarse
¿el perro?
en el rincón
¿el guiso?
en el horno
¿tu sonrisa?
en mis ojos
mis pensamientos
guardados

en cajones de otra estancia
El tintineo
de las palabras
colgadas
arrulla nuestros oídos
y se extienden los sonidos
por toda la habitación
que florece con las exhalaciones
de nuestras bocas
intento perpetuarme aquí
pararme aquí

Regalo; relojes de pared,
relojes de pulsera,
relojes de bolsillo,
relojes de arena,
¡repartiros mi tiempo!!
me quedo con este olor
a membrillo
y en mi mano se seca
un minuto de los de antes

¿mis pensamientos?
olvidados

texto escrito una mañana al sol con mi abuela

miércoles, 8 de diciembre de 2010

tu perfecta asimetría



A mí
dame tus heridas,
yo te las limpio
Yo recogeré tus lágrimas
y tus partes desiguales
Yo desayunaré sin pena
tu presencia irregular

jueves, 27 de mayo de 2010

SUCESOS EN PLAZAS II


Me tragué hasta el último suspiro. Preferí estarme quieta sin ni tan siquiera parpadear, que hacer cualquier gesto delatador. Sabía que aún me encontraba en el foco de atención.
Cuando me cercioré que nadie me miraba, saque la aguja de punto de su nuca. Pensé en que la próxima vez, no podía asumir tantos riesgos.

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